NO a la caza de nutrias y garzas como piden algunos pescadores deportivos en Asturias

En primer lugar quisiéramos recordar que esta asociación de pescadores se quedó sola este año en su intento de conseguir que el Principado de Asturias aprobara una normativa de pesca fluvial destructiva y esquilmadora.

Enviado por Ecoticias.com

Los grupos ecologistas y animalistas asturianos, a la vista de las recientes manifestaciones de la asociación de pescadores El Esmerillón a algunos medios de prensa sobre la necesidad de matar de nutrias y garzas de los ríos para que no les coman sus truchas, quieren comunicar lo siguiente:

En primer lugar quisiéramos recordar que esta asociación de pescadores se quedó sola este año en su intento de conseguir que el Principado de Asturias aprobara una normativa de pesca fluvial destructiva y esquilmadora, similar a la conseguida en la anterior temporada de pesca mediante negociaciones entre bambalinas con un gobierno entonces muy receptivo a barbaridades de ese tipo. Esta situación motivó su retirada del Consejo de Pesca. Esto demuestra que por suerte no todos los pescadores comparten su miope forma de entender la pesca y la vida en los ríos.

Este tipo de declaraciones denotan claramente ignorancia, egoísmo e insensibilidad. Ignorancia porque dejan entrever un total desconocimiento de lo que es el ecosistema fluvial y su funcionamiento. Esto les lleva a pensar que matando cormoranes, nutrias y garzas habrá más peces. La realidad es que los Cormoranes están siendo matados por cientos por efectivos de la guardería del Principado de Asturias para contentar a varias asociaciones de pescadores, sin que haya aún ningún estudio de los contenidos estomacales de los mismos que hagan confirmar que esta ave sea responsable de la depredación que se le achaca. Estos estudios los hemos pedido en diversas ocasiones, sin que se nos hayan facilitado hasta ahora, entendemos que por su inexistencia. Y el resultado es que los peces siguen faltando en los ríos, o al menos algunas especies en concreto están teniendo problemas. La misma ignorancia que les lleva a decir que el cormorán grande es una especie invasora, desoyendo a los expertos ornitólogos que dicen cosas bien diferentes: los datos de los censos anuales dicen que esta especie tuvo un pequeño incremento poblacional, luego su población se estancó y desde hace unos pocos años está en declive.

Egoísmo por creerse propietarios de los peces de los ríos y por pretender ser exclusivistas en el uso predador de las especies piscícolas. Egoísmo por pretender que los ecosistemas fluviales, que forman parte de nuestro pretendido “paraíso natural”, sean simplemente un curso de agua en el que los pescadores desarrollan su actividad. El desarrollo económico sostenible pasa por permitir la correcta interacción de las actividades humanas con el desarrollo natural del medio ambiente, que no olvidemos que no es ni más ni menos que el medio en el que vivimos.

La ignorancia y el egoísmo les lleva a la insensibilidad de entender la pesca como una mera extracción de peces del río y les lleva a exigir ahora que se maten también garzas y nutrias; en algún momento se habló del martín pescador e incluso en el colmo de la desfachatez, se llegó a solicitar la eliminación del mirlo acuático y de los patos porque se alimentan de las mismas larvas de insectos que las truchas. En el fondo se trata de llevar hasta las últimas consecuencias la consideración de que en los ríos solo hay peces y los pescadores los únicos que los pueden pescar, incluso aunque sea solo por entretenimiento y diversión.

Como siempre, los mayores depredadores miran siempre para otro lado buscando cabezas de turco, sin querer mirarse en el espejo para ver en la pesca (en el río y en algunos casos también en el mar) uno de los principales motivos del acusado declive en las poblaciones de peces de nuestros ríos. La excesiva presión de pesca tanto legal como furtiva, unido a las modificaciones ambientales de diverso tipo, son las causas del decrecimiento de las poblaciones de peces.

Una posible solución para las actitudes del Sr. Caldevila y de la asociación a la que dice representar, es que se habilite una piscifactoría de considerables dimensiones y se pueble con salmones y truchas (procedentes de esos alevines de repoblación que tanto les gusta) para que puedan “extraer” a sus anchas sin ser estorbados por otros animales con derechos de pesca mucho mas antiguos y consolidados que los suyos.