Por ese lugar pasaron varios perritos en las mismas condiciones que
nuestro amigo Lucky y ella desde siempre se ocupó de curarles, darles
comida y buscarles hogar llamando puerta por puerta en las casas
cercanas, todo esto en los ratos libres que tenía en el trabajo, puesto
que vivía lejos.
La dueña de una tienda de animales de la zona enseguida se dio cuenta
de la labor que Rebeca estaba haciendo y le hacía precios especiales
para que pudiera comprarles comida, medicamentos, etc.
Un día llegó Lucky, como nos cuenta ella, parecía que venía de una
guerra, lleno de heridas en la cara y las orejas, sangrando y para colmo
tenía sarna. Como ella ya tenía en su escritorio pienso y agua de los
demás perros pues se lo ofreció. Lo metió en los jardines de su oficina y
todos los días le atendía, física y espiritualmente puesto que Lucky
también reconocía su cariño además de la comida y el agua. Así se lo
demostraba todas las noches cuando Rebeca terminaba su jornada laboral y
ella lo tenía que engañar con galletas para que no saliese corriendo
detrás de su coche por la carretera cosa que hubiese resultado fatal.
Quería irse con ella, pobrecito. A primera hora del día siguiente allí
estaba Lucky esperando... Si ella salía a tomar café él iba con ella.
Ambos estaban empezando a necesitarse.
Llegó un viernes en el que Rebeca siguiendo con su vida se había
comprometido para actividades normales de fin de semana lo que le
impedían ir a ver a su amigo y darle comida. Aquel día llovía mucho,
como llueve en los países tropicales, y ella no podía dejar a su amigo
tirado. Le hizo un impermeable con una bolsa de plástico, lo cogió en
brazos y se presentó en casa con él. Su madre al principio se opuso,
pero todos sabemos que tarde o temprano estos peludines nos ganan ;) y
en este caso no sería menos.
Juntos superaron las enfermedades, sarna, gingivitis con pérdida de
dientes, Erquilia canina que lo tuvo ingresado cuatro días, etc.
Luego por cuestiones laborales Rebeca se traslada a Madrid en el año 2009 y así describe la situación actual:
"Hoy,
el perrito que vivió en la calle, pasó trabajo y nació en Venezuela,
voló en carga 9 horas, goza de gran salud y vive nada más y nada menos
que en Madrid; codeándose con la élite de razas del barrio de Canillas."
Él ahora goza de una salud estupenda y es muy feliz, ha sido muy
afortunado y ella también pues en los momentos difíciles ahí están los
dos juntos.
Esta Navidad su tía le ha regalado un jersey nuevo para "madrileñear" e ir calentito.
Gracias por compartir esta bella historia con nosotros. Os deseamos de corazón muchos muchos años para disfrutar uno de otro.
P. D: Rebe, eres una gran persona. I ♥ U
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