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lunes, 24 de diciembre de 2012

No se acabará el mundo y seguiremos trabajando

Artículo de la Dra. Leonora Esquivel Frías

Fundadora de AnimaNaturalis Internacional.

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Si para bien o para mal el mundo no se acaba en 2012 tendremos más oportunidades de mejorar la vida de los animales. Como movimiento, cada año vivimos avances y retrocesos. Hacemos alianzas o nos enemistamos. Es difícil permanecer unidos a pesar de tener una causa común y eso puede desmotivarnos; pero no perdamos de vista que el verdadero objetivo es conseguir logros concretos a favor de los animales. Dicho más técnicamente puede ser establecer sus derechos, promover el vegetarianismo, proponer leyes más estrictas, transformar hábitos de consumo, generar rechazo hacia ciertas prácticas, abolir tradiciones, abrir espacios de diálogo, difundir información, conseguir adeptos, etcétera. 

Toda la energía que no esté destinada a este ambicioso objetivo es una pérdida de tiempo que afecta directamente a los animales.

Terminar un año es una oportunidad de dejar atrás aquello que no sirve, que no ha dado los frutos esperados. Es una posibilidad de volver a intentarlo, de innovar, de recargar fuerzas. Insistir en aquello que ha demostrado no generar resultados tangibles, es hacer activismo por motivos personales, no por alcanzar una meta previamente trazada.

A veces puede ser que por cada victoria que logra el movimiento por los derechos de los animales, surgen otras calamidades que debemos combatir, otros frentes por cubrir. Sin embargo, es evidente la fertilidad de la semilla que sembramos con nuestro trabajo diario. Cada vez más ciudades y municipios de habla hispana se declaran sin circos con animales, empezamos bien el año con la desaparición de corridas de toros en Cataluña, pero no es un logro definitivo, hay que seguir insistiendo a través de la educación y la legislación.

Las fiestas decembrinas pueden entristecernos un poco: se enfatizan las carencias, las ausencias, aumenta el número de animales que se matan para comer, o nos topamos con más abrigos de pieles por la época de frío. Mientras la publicidad se encarga de vendernos felicidad y calor de hogar, es inevitable pensar en los millones de animales que sufren por el egoísmo de algunos.

Hoy día, el activismo animalista ya no hace referencia sólo a quienes salimos a las calles sosteniendo una pancarta. La sociedad ha comenzado a involucrarse en el desarrollo de la empatía hacia otras especies, y ya no es extraño coincidir con compañeros de trabajo vegetarianos o profesionistas medianamente sensibles ante el maltrato animal, incluso los miembros de nuestra familia apoyan y comprenden más lo que hacemos.

Nuestro camino hacia la Liberación Animal puede estar acompañado de pasión, entusiasmo y jovialidad, pero requiere estrategia y conocimiento del terreno que pisamos. Ya no hacemos las cosas al azar como cuando empezamos, ahora tenemos más herramientas que hemos construido juntos.

Nuestra causa no tiene fronteras, ni interespecie ni intraespecie. Suma y organiza. Cada uno es valioso en la trinchera que haya elegido, las habilidades individuales se ponen al servicio del bien común. Porque efectivamente, el bienestar de algunos de nosotros depende del estado de bienestar del que gocen los animales, sin entrar en discusiones abolicionistas. Creo que podemos sentirnos más plenos minimizando el sufrimiento que está en nuestras manos evitar.

Si no se acabó el mundo y estamos leyendo este texto, valoremos la oportunidad de seguir trabajando por los animales de manera profesional. De nosotros depende construir el hogar que queremos para todos.

¡Felices Fiestas para todos!

Dra. Leonora Esquivel Frías

Cofundadora de AnimaNaturalis Internacional.


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