Artículo de Verónica Martín, tomado de Diario de Avisos.com
Los científicos realizaron un audiograma a Morgan en las instalaciones de Orca Ocean en Loro Parque. | DA |
Santa Cruz de Tenerife.
Morgan, la orca que llegó de Holanda a Loro Parque, es sorda. Es la conclusión a la que han llegado los científicos que han examinado al animal y que se desplazaron hasta la instalación tinerfeña avisados por sus cuidadores y por los biólogos del centro pues sospechaban, desde la llegada de la orca al zoológico hace poco más de un año, que no oía bien. Poder diagnosticar la sordera en una orca es algo muy poco habitual porque estos animales de gran envergadura no suelen someterse voluntariamente a una audiograma, por lo que la detección de ondas cerebrales a través de una especie de electroencefalograma a estos grandes animales es ya en sí una novedad científica aunque menos relevante que otros estudios que están ya desarrollándose con el grupo de orcas de Loro Parque. En este caso, el equipo estaba compuesto por especialistas procedentes del Instituto holandés para los recursos marinos y el estudio de los ecosistemas (Imares), la Fundación Nacional para los mamíferos marinos de EE.UU. y también de la oficina para la investigación naval de la armada americana (US Navy).
El biólogo y director de Loro Parque Fundación, Javier Almunia, explica que es muy difícil saber si la sordera es habitual en orcas porque en la naturaleza es muy difícil estudiarlas. Los datos de cetáceos que se conocen es que el 50% de los delfines varados tiene problemas de audición, pero este puede ser un dato sesgado pues la sordera podría ser, precisamente, la causa del varamiento. Una hipótesis probablemente válida en Morgan pues varó hace dos años en las costas holandesas.
En la biología marina una de las preocupaciones en aumento es, precisamente, cómo está afectando el ruido marino en los cetáceos y que eso pueda llevar a un incremento de los varamientos en todo el Planeta.
Almunia reconoce que el estudio sobre Morgan puede ayudar a la ciencia en varios puntos, aunque el ejemplar en sí no sea transcendental para los investigadores sí lo puede ser su relación con el resto de orcas de Loro Parque. Algo que se está reflejando en distintas investigaciones como las relacionadas con los dialectos de las orcas. Al realizarse el audiograma a Morgan también se le aplicó al resto de orcas del zoológico tinerfeño para poder tener una medida guía. “Una de las conclusiones preliminares que se pueden extraer de este trabajo es que las orcas tienen más sensibilidad auditiva de lo que se pensaba”, explica Almunia.
Otra de las líneas de investigación en las que se usa a este grupo de orcas es el estudio de los dialectos en las orcas. ¿Dialectos? Pues sí, hasta hace 30 años no se sabía que las orcas tenían sonidos específicos para comunicarse en función de la comunidad a la que pertenecieran, incluso se puede hacer la equivalencia contraria: es decir, determinar de qué lugar procede una orca por su dialecto.
De hecho, el sistema de comunicación de las orcas es de los más complejos en el reino animal con sonidos sociales aprendidos de la comunidad donde viven y con otros que pueden tener un origen genético y que todas reproducen de forma similar como es el caso del sonido de júbilo.
A la llegada de Morgan a la comunidad de Loro Parque los biólogos del centro querían estudiar cómo se podía modificar el dialecto de la comunidad con la llegada de un nuevo miembro. De las orcas de Loro Parque había dos que viajaron desde San Antonio y otras dos de San Diego con dialectos propios en función de su procedencia; a estos se suma el dialecto nuevo procedente de la relación con los humanos. “Estudiamos la evolución desde el año 2006 y hemos visto que de 35 llamadas diferentes se han ido reduciendo hasta las 17 llamadas diferentes”, explica Almunia, que no se aventura a conclusiones antes de culminar todo el trabajo.
Algunas de las hipótesis planteadas por los científicos de la Universidad de Berlín es que algunos animales habían dejado de usar ciertas llamadas y que todos usan las 17, pero es algo que aún no está muy claro. También han descubierto que hay vocalizaciones que las utilizan las orcas solo cuando están en solitario, como para hablar consigo mismas y otras que solo utilizan en grupo, “aunque en esto es posible que influyan las cuestiones jerárquicas”.
Todavía hay muchas incógnitas sobre la comunicación de las orcas y está claro que la llegada de Morgan, su sordera y la adaptación dialectal del grupo pueden dar muchas claves a la ciencia.
El dialecto es tan importante y determinante que incluso la profesora portuguesa Filipa Samarra de la Universidad de San Andrews en Escocia que es la mayor especialista en dialectos de orcas, encontró una comunidad de orcas en un fiordo noruego.
Con todo, la sordera de Morgan -que no le impide tener una vida social similar a la del resto de orcas de Loro Parque- puede convertirse en una ventana para la ciencia.
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